miércoles, 1 de diciembre de 2010

Kinect (Xbox360)

Cuando Kinect fue anunciado hace algunos “meses” hubo demasiado escepticismo respecto a si los dispositivos sensibles al movimiento vendrían a sustituir la forma tradicional de jugar. Después de todo, a nadie le gustaba la idea de dejar a un lado el control de nuestro shooter favorito por fingir que tenemos un M16 imaginario.
Los meses han pasado y por fin entendimos que es una extensión de la consola enfocada en una experiencia social distinta a lo que estábamos acostumbrados. En Niubie hemos probado Kinect en múltiples ocasiones, sin embargo esta vez decidimos hacer el Labs reproduciendo la experiencia tal y como fue planeada: en la sala de la casa, acompañados de algunos amigos con ganas de pasar un buen rato.
Kinect es un dispositivo liviano y con un color negro discreto que no solo hace juego con la nueva consola, sino que no saltará a la vista a menos que cuentes con un televisor con chasis de otro color. El sensor puede conectarse directamente a la consola por medio del puerto nuevo (naranja) o utilizando un adaptador de corriente con extensión USB en caso que cuentes con consolas viejitas.

Primeros pasos

De acuerdo al instructivo hay dos modos de colocarlo: por encima o debajo del televisor. El problema es que las pantallas son tan delgadas en estos días que no tienen lugar para una base tan gruesa como la de Kinect. Será cuestión del mobiliario y espacio de juego, nosotros probamos colocándolo por debajo y no tuvimos problema alguno con la extensión de los cables.
Terminando de hacer las conexiones uno procede a configurar el dispositivo. La primer configuración se enfoca en el espacio de juego y calibración de sonido. Las pruebas requieren control en mano, así que ármate de paciencia y sigue todos los pasos para tener configurado tu sensor.
El segundo paso se enfoca en configurar tu identidad basándose en la cantidad de luz que tienes en tu espacio de juego. Hay que realizar algunos movimientos y poses cambiando de un lado a otro, después de eso quedará configurada tu identidad y se cargará en todo juego que inicies. Kinect recomienda correr esta configuración de menos dos o tres veces más para reconocer diferentes condiciones de luz.
Después de algunos movimientos decidimos que ya era justo comenzar a jugar y movimos algunas mesas y sillones para tener un espacio de juego recomendado. Este punto es extremadamente delicado: si no tienes espacio disponible en la casa, Kinect no es para ti. Por pura curiosidad intenté probarlo en mi recámara con apenas 1.20m de distancia y el configurador no funcionó. La experiencia ha sido diseñada para moverse en un espacio amplio y después de algunas sesiones confirmas por qué es tan divertido brincar de un lado a otro.
Hicimos algunas mediciones en base a lo que nos recomendó el sensor con Kinect Adventures. El juego marca 1.8m como distancia mínima al televisor, sin embargo son 2.8m o 3m el lugar indicado, ya que por necesidad en algunos mini-juegos o incluso por mera intuición estarás moviéndote hacia adelante y atrás.
El espacio lateral dependerá del juego y la cantidad de participantes. Kinect Adventures por ejemplo, tiene juegos donde saltas, esquivas y te mueves de izquierda a derecha. El descenso en lancha lo probamos con dos jugadores en 2 m de extensión y no hubo problema, sin embargo a la hora de esquivar obstáculos en el mini-recorrido en carrito, de repente hubo uno que otro roce.
Si me preguntan, el espacio ideal para jugar Kinect con otras personas es un recuadro de 3 x 4 metros; 3 x 3 o 3 x 2 podría ser bueno para una o dos personas. Menos ya sería comprometer la experiencia y terminarían mandando todo al carajo.

La experiencia social

Kinect es una propuesta casual, hay que abordarlo de este modo para divertirse. Nosotros invitamos a los amigos para probarlo y nos ayudaron un poco con la evaluación. Después de configurar y ajustar el espacio, procedimos a familiarizarnos con los “controles”.
El dashboard puede manejarse con el mando convencional o agitando la mano para entrar al menú de Kinect. Aquí se puede arrancar el juego, editar al avatar, tener videochat y realizar ajustes de la configuración. Aquellos que hayan probado el Wii se sentirán familiarizados con la velocidad de movimiento de la mano: lenta y en ocasiones tediosa.
Una de las monerías de Kinect es el control de voz, con el cual puedes acceder a distintas funciones. Basta decir Xbox -> Kinect y de inmediato te mandará al canal donde puedes lanzar variedad de opciones. Probamos activando por voz todas las opciones disponibles, haciéndolo en español y funcionando en todas a la primera. Solo por maldad prendimos el iPod a todo volumen y pusimos a un par de amigos a gritar para ver de qué modo se comportaba el reconocimiento de voz, resultado: problemas para reconocer bien lo que decías.
A pesar que todo mundo jura y perjura que la razón para darse Kinect es Dance Central, es Kinect Adventures el juego que mejor explota el dispositivo. No solo introduce al usuario a la experiencia de movimiento, sino que ofrece variedad de modalidades que harán gritar y soltar carcajadas por lo ridículo que te ves.
Desde el recorrido por lancha con saltos y coordinación incluida, hasta una cabina donde deberás usar tus cuatro extremidades para tapar fugas de agua, Kinect Adventures requiere que te muevas constantemente y anticipes movimientos para no perder puntos. Como buen juego casual, el concepto es simple, las sesiones son cortas y hay cuatro niveles de dificultad para tratar de batir las marcas.

Lag o no lag

En términos de lag no hay mucho que decir, el tema es delicado y es el pan para muchos que gustan de trollear cuanto pueden una nota de Kinect. Para Kinect Adventures probamos en dos configuraciones de luz (día y noche) y el tiempo de respuesta fue óptimo, solo en el recorrido por lancha notamos de repente un ligero desfase de máximo medio segundo a la hora de saltar. A final de cuentas no fue factor para mermar la experiencia de juego.
En el caso de Kinectimals, Kinect Joy Ride y Harry Potter and the Deathly Hallows el tiempo de respuesta es factor. De repente nos sentimos frustrados por no girar de modo adecuado en el auto o porque los hechizos de Harry no le pegaban ni a una mosca. Parece que es cuestión del juego y tendremos que esperar a ver de qué modo los desarrolladores comienzan a lidiar con esta situación.

Al final Kinect es…

La experiencia Kinect con los amigos es bastante atractiva, tienes que abrirte y estar preparado para saltar y divertirte. Eso fue lo que vendió Microsoft en su campaña de medios y a final de cuentas funcionó, basta ver el rostro de sorpresa de la gente que no juega y la facilidad como se adaptan al dispositivo.
Tal vez hay muchas cosas que corregir, como optimizar la respuesta de las manos para controlar los menús, disminuir la cantidad de pasos para acceder a una opción (en juegos como Kinect Sports es una pesadilla la cantidad de pantallas) o explotar nuevos conceptos. El 2011 será vital para Microsoft y tendrá que presionar duro para que más desarrolladores trabajen en el dispositivo.
Kinect es una extensión de la consola pensada en un público casual. El periférico NO sustituye el control ni está diseñado para representar los juegos hardcore típicos que se ven en el Xbox 360. La experiencia de juego es diferente, una sesión dura apenas minutos y es suficiente para quedar satisfecho si se hace rotando con otras personas. El detalle principal es el espacio, si no cuentas con un área amplia para jugar mejor vete olvidando de adquirirlo.
Lo imperdible:
  • Reconocimiento de voz
  • Experiencia de juego que invita a divertirse y hacer el ridículo
  • Mecánica sencilla y múltiples modalidades para darle variedad a la sesión de juego (Kinect Adventures)
  • Buen nivel de respuesta (Kinect Adventures)
Lo impresentable:
  • Requiere mucho espacio, más si la sesión es grupal
  • Tener que configurarlo para diversas condiciones de luz
  • Exceso de pantallas y tiempo para activar las opciones en algunos juegos

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